«Madrid, allí tengo muchos amigos»… ese será el destino de Mady Trahore, uno de los 220 extranjeros que están siendo atendidos por Cruz Roja en Córdoba después de intentar alcanzar la costa española en una patera con otros compatriotas y de haber pagado por ello.
«He tenido mucha suerte», le confiesa a José María Martín. «Mi amigo ha tenido que esperar dos años y ha pagado 1.600 euros para llegar, y yo he tardado un mes y he pagado 250 euros, pero mi pasaje no tenía garantías».
Cuesta imaginar las «garantías» que las mafias ofrecen a los inmigrantes para hacer una una travesía en la que muchos pierden cada día la vida. Por eso escuchar su relato vital después de un mes de odisea para llegar desde Mali a Marruecos y para cruzar los pocos kilómetros que separan Marruecos de Algeciras, impresiona.
La mayoría de las historias de los que han llegado, quedan en el anonimato por la barrera del idioma o de la intimidad que cada uno prefiere guardar para si mismo.