Son casi las 10 de la mañana y Toni Garrido se dirige al público que asiste a la emisión de Hoy por Hoy en la sede de Cultura de la Junta de Andalucía en la calle Capitulares. Les agradece la asistencia y se roza sus manos mientras les dirige la palabra haciendo ver que esto está a punto de comenzar. El agradecimiento es sincero porque “ver un programa de radio es como chupar un cuadro”, dirá después en Hoy por Hoy Córdoba, pero él sabe que no del todo o habrá que probar lo del cuadro, porque esto sabe bien. La primera vez que uno asiste a un programa de radio en directo no para de mirar lo que, claro, no se ve desde casa: los técnicoscomo Tino y Juan ajustando el montaje, los realizadores como Emilio y productores del programa animando el aplauso o marcando la entrada de los cortes, la invitada que llega, a la que recibe Eva y espera su turno, el abrazo para despedir al entrevistado y la advertencia al público de Raúl, que parece tener una batuta en la mano: “última cuña, diez segundos”. La radio, mirar cómo se hace en directo, aporta al oyente fiel un conocimiento extra del espectáculo.