Los sanitarios que trabajan estos días en los hospitales de la provincia de Córdoba describen una misma realidad: su centro de trabajo es un lugar dinámico, en ocasiones cambiante, donde algunos espacios se transforman convirtiendo salas de espera en consultas y donde los protocolos asistenciales han ido mutando a medida que el coronavirus evolucionaba. Hay «trasiego de pacientes», pero con el descenso del número de personas que acude a Urgencias«no hay colapso» según narra un médico de este servicio del Hospital Reina Sofía que añade que «hay más silencio, nos sentimos más unidos como equipo y se nota la tensión». «El estrés es distinto al que tenemos en una guardia de las de 500 pacientes, pero en este caso lo que sí aparece en ocasiones es el miedo», asegura. (Seguir leyendo en Diario Córdoba)